GRAN CORDERO 30 - CRUANIA ST. 38 (8-4, 5-12, 7-10, 10-12)
PUNTOS
4 GUILLE O. 5
7 DANI A. 4
8 JORGE A. 20
9 NICO 0
11 ARTURO 1
12 DANI P. 0
La crónica de Ortiz:
Es difícil saber cuándo un equipo como Gran Cordero toca fondo, pero en este caso
parece bastante claro. Llegamos al auditorio con dudas: no había equipo
contrario, no había mesa ni árbitros y el campo estaba lleno de jugones
portorriqueños, incluído un chavalín al que Jorge Álvaro le hizo la vida imposible.
En poco tiempo todos los que tenían que llegar llegaron y nos pusimos a jugar.
Las condiciones: patéticas como siempre. Éramos seis incluyendo al pobre Dani Pacios
que se vino a pesar de estar toda la semana con fiebre y vomitando. Eso es llevar
el Cordero en la sangre. La conexión Órtiz- Álvaro funcionó bien de inicio y Jorge
se forró a puntos, bueno metió 6 pero es que entre todos metimos ocho. Los Cruania St.
basaron su juego en un tío muy cachas y sin la camiseta reglamentaria- los tiempos
de Luis Saavedra definitivamente han pasado en esta liga. Poco a poco los Cruania
fueron imponiendo su superioridad física, gracias entre otras cosas a que lo de los
árbitros era de coña, no pitaban nada, excepto cuando Aubareda estaba de por medio: antideportiva a favor y en contra.
Como en ataque no metíamos ni una, pues resulta que al descanso se nos pusieron 13-16
La reacción del banquillo fue inmediata: Caja más uno con Pérez de Agustín secando
al cachas del equipo contrario. No funcionó, entre otras cosas porque le sacaba como
tres cabezas pero la fiereza de Dani Aubareda, los tiros libres de Jorge Álvaro,
el esfuerzo hasta la agonía de Dani Pacios y cinco puntos seguidos de Ortiz pusieron el
partido en un puño (25-27). Entonces Arturo se lesionó ya definitivamente, fallamos un montón
de tiros libres, nos cogieron mil rebotes, Ortiz se tiró su buen par de brevas y hala a
casita, que es tarde. Sólo el buen hacer del doble cero, que nunca nos falla puso
algo de emoción en el partido y unas pocas risas.