Este Cordero ilusiona

GC obtiene el segundo puesto en el Torneo Freak

Numerosa aficionada se reunió por parte del conjunto lanar -gracias, María-, amén de los Presidentes de Honor y parte de la familia de algún jugador, desplazada para la ocasión desde Bruselas. Incomprensibles ausencias en la grada... La otra mitad de la presidencia de las Corderas Fanáticas aseguraba estar preparando un viaje... ¡a Boston! ¿Y dónde demonios estábamos nosotros? Sirvan también estas líneas como toque de atención para nuestra aficionada deportada, que aseguró que cuando jugásemos en Boston iría a vernos, y mira tú.

El sorteo (creo que éstos sí lo hicieron) emparejó a Gran Cordero con los temibles anfitriones. Ni los más optimistas pensaban en la victoria lanar, y mucho menos su entrenador Ortiz, el cual, sancionado y desde Pucela, se dejó de flex y polladas y dio unas instrucciones claras a su segundo de a bordo: "Oye, primo, que no nos humillen". Pues bien, el encuentro comenzó y los Corderistas cogieron rápidamente una confortable ventaja, merced a una impresionante defensa 2-1-2, con "el Alto" recibiendo golpes en esa ingrata posición del medio. Y él no fue el único que se dejó literalmente la piel, pues varios Corderos salieron esquilados en encontronazos diversos. En cualquier caso con buen fin, pues la distancia creció hasta 11 puntos, si bien fue recortada al descanso.

En la segunda parte se empezó a mascar la tragedia, pero dos providenciales triples del pequeño de los Álvaro aguantaron al equipo. Sí, fueron a tabla, pero mi hermano es así de chulo y los tira como le sale de las narices -luego creó escuela y Aubareda y Rubén también usarían esa ingeniosa técnica-. El tirón freak final llevó al encuentro al carrusel de los tiros libres, en el que Fer sentenció. A falta de dos segundos Dani Alonso era expulsado y se fue al banco a regañadientes y con su particular ironía (diciendo: "torneo Freak se llamaba, ¿no?"). Felizmente, el Cordero pudo atrapar el rebote y con él la victoria.

La final se jugó contra ICD Mentes, el mejor equipo de Chamartín la temporada pasada, en modalidad "descansa un cuarto, juega, descansa, juega" alternando el encuentro con el tercer y cuarto puesto entre los Freaks y Estampida. Esto claramente fue una traba para los intereses de nuestro equipo y fue la única causa de nuestra derrota. En la primera mitad los icederos consiguieron una ventaja de 8 puntos después de la pájara corderil con 9-9 en el marcador. La segunda mitad empezó, pese a la marcha de su jugón franquicia, con otro arreón mental que les llevó a superar la quincena de ventaja, sin tiempo de reacción. Sin embargo, este Gran Cordero no se rinde y plantó cara en los últimos minutos, tuteando a los campeones y reduciendo la diferencia a poco más de 10 puntos, dando una muestra de lo que va a ser capaz este año. Tal fue la entrega que cuando llegó Ortiz al Garden, a un minuto para el final, no reconoció a sus muchachos ("pensé que me había equivocado de pabellón; esos tipos de azul defendiendo así no pueden ser los míos").