Sangre, sudor y esguinces sobre la pista de Francos Rodríguez

Todo está listo para la "Operación Triunfo 2005" del corderismo. Nuestros chicos y chicas lucharán por ser los mejores y llevarse el gran premio final: un balón firmado por Das Kleine Kosmische Barrel y una carrera discográfica -el sueño de Javi Molina.

Para ello la "Academia" del Fernando Martín abrió sus puertas a los once chicos y no-sé-cuántas chicas el pasado miércoles, para empezar a preparar las galas de los sábados y domingos. Luego, un jurado formado por los Weekend Warriors y las Bar Islas Cíes decidirán lo que tienen que mejorar en la semana siguiente y el público, con sus votos, eligirá a sus jugadores más queridos y los menos.

Guille Ortiz está temblando.

Por cierto, si quieres que María Rey siga como jefa de las Corderas Fanáticas y asista a los partidos envía "SALVAR MARÍA R." al 5555. A ver qué pasa.

Bueno, a lo que iba. El miércoles abrió la Academia y lo hizo a lo grande: a los cinco minutos, Carlos se había roto el labio y Dani Alonso se había hecho un esguince. Y quedaban 55 minutos, amigos. Los seis supervivientes nos miramos aterrados, como pensando: ¿quién será el siguiente si ni siquiera está Arturo? No hubo siguiente, sino que Carlos se recuperó y al menos pudimos echar un tres para tres con un cambio.

El esguince de Dani Alonso no reviste gravedad y este fin de semana se le ha podido ver de farra por distintos barrios de la geografía madrileña.

En el entrenamiento se vieron hostias como panes entre Carlos y Modorro, un gran Dani Aubareda pese a sus molestias molares, el sudor de Javi Molina y Sergi Vargas subiendo y bajando la pista como jabatos, y el bote alto de Jorge Álvaro. También se vio una canasta fantástica de G.O. remontando línea de fondo con la izquierda y casi colgándose del aro delante del citado Lechal. ¡ Unos, dos, tres... oléeee!

El jueves fue el día de las chicas, pero es difícil decir demasiado porque no se autorizó la entrada de cámaras. Por lo que han filtrado desde dentro, Chainy impuso un alto ritmo físico desde el inicio, lo que provocó que la Rodri se pusiera roja -roja, mejor que blanca, siempre. Después estuvieron practicando algunas cosas menos Ester que fue, pero que no entrenó porque ya entrena tres días a la semana con el equipo de fútbol.

La presencia fue bastante numerosa, y es de esperar que así se mantenga durante todo el año. Idaira al final no fue porque estaba depre y a Edurne no le dejaron jugar con minifalda. Y eso es todo.