La temporada de Pau Gasol y Raúl López

No es fácil juzgar la temporada de dos españoles en la NBA sin dejarse llevar por la ilusión. Tampoco quiere decir eso que haya que cerrar los ojos y aceptar sin más todo lo que hagan. Es la primera vez que coinciden dos jugadores de nuestro país en la mejor liga del mundo y la verdad es que no podemos quejarnos ni de su juego ni del de sus equipos.

Sobre Pau Gasol se han dicho muchas cosas esta temporada: la más repetida -y equivocada- es que este año ha perdido protagonismo en su equipo y en la NBA. Entendamos de una vez que el protagonismo no depende exclusivamente de una estadística... Pau es este año por fin la primera opción ofensiva del equipo y prácticamente todos los balones pasan por sus manos. Recordemos esos partidos con Sydney Lowe en el que el primero que cruzaba el medio campo se la tiraba y Gasol dependía de los rechaces que pudiera alcanzar.. puede que sus números entonces fueran mejores pero su falta de protagonismo en el juego del equipo era desesperante.

Es cierto que la política de rotaciones de Hubbie Brown complica mucho las grandes actuaciones individuales, pero da gusto ver cómo, jugando menos, Gasol es capaz de llegar fresco a los últimos minutos del partido. Ahí es donde las grandes actuaciones tienen sentido y valor, y ahí es donde este año Pau se está saliendo, siendo actualmente el primero de toda la liga en valoración en lo que se considera el "tiempo clave". En cuanto al protagonismo en la liga baste con decir que nadie se fijará nunca en quién es el máximo anotador del peor equipo. Nadie. De hecho, la calidad de un jugador no se suele tener en verdadera estima hasta que no la demuestra en los playoffs, y este año Pau va a tener una excelente oportunidad. La primera de muchas para un jugador tan joven.

Ahora bien, tiene que tener claro que le queda por dar un paso más: en defensa y rebote defensivo. Tampoco es una cuestión estadística. Casi ocho rebotes por partido no es ninguna vergüenza, pero en su caso destacan más los rebotes que se deja coger debajo de su tablero que los que finalmente atrapa. Por incomprensible que parezca a veces, la insistencia de Brown en esos aspectos convertirá a Gasol en mucho mejor jugador a la larga.

Sobre Raúl López creo que lo mejor que se puede decir es que nadie esperaba un rendimiento tan bueno. Muchos dudábamos de que después de sus lesiones pudiera llegar a jugar en la NBA. Ha demostrado que tiene un sitio en la liga, y que puede ir a más. Está adquiriendo un físico muy potente que le ayudará a defender mejor y a ser más explosivo en ataque aunque quizás merme su velocidad. Ha demostrado ser un excelente penetrador y un seguro tirador de media distancia.

Compararle con Carlos Arroyo, sin embargo, es injusto a estas alturas. Ahora mismo Arroyo es mucho mejor jugador que López y el argumento de que éste es mejor director de juego no está ni mucho menos claro. Un buen director de juego es el que hace fácil lo fácil y hace parecer fácil lo difícil. Un base espectacular generalmente hace parecer difícil lo difícil y lo fácil, y ese es a veces el caso de Raúl López, lo que provoca que tenga un excelente promedio de asistencias (3.8 en apenas 20.4 minutos) pero sea a la vez el que más balones pierde por minuto de toda la NBA. Debe cuidar muy mucho su control de balón si quiere realmente aspirar a dirigir con solvencia un equipo. Por otro lado este defecto ya lo tenía en España y es que, siendo un gran anotador y un jugador capaz de deslumbrar en jugadas aisladas, nunca ha sido un base en el amplio sentido de la palabra y si no recordemos cómo Nacho Azofra, ya en los treinta y tantos, le pasaba por encima en los enfrentamientos Estudiantes-Real Madrid.