El caso de la casa de la pota del patio

     Tres golpes en la puerta marcaron el comienzo. La alegría y jovialidad de la alegre y jovial pandilla se transformaron súbitamente en rostros de preocupación. Los más espabilados de la pandilla (y era una pandilla asaz espabilada) reconocieron al momento que tenían delante de sí un nuevo caso que resolver.

     "¡Pom!", sonó la puerta por vez primera. "Caramba, eso debe ser un vecino", pensó el siempre atento Lechal; por algo era el líder de la pandilla.

     "¡Pom!", sonó por segunda vez. "El vecino debe de estar bastante enojado", pensó el joven Fer.

     "¡Pom!", sonó la puerta por vez última. "Aunque es evidente que la mezcla de cubatas con tanta gominola no me ha sido beneficiosa en absoluto, ya es hora de que me tome otro fresquito", pensó alguien más.

     La anfitriona -la cual con tanto gusto había preparado la cordial reunión y con tanta diligencia había atendido a sus amigos y, por un día, huéspedes- acudió presta a la puerta. Tras mantener una conversación que duró lo que tardó el Lechal en apagar el "Simon", comunicó a los presentes:

      - "¡Pandilla! Se nos acusa de haber vomitado por la ventana. Pero yo sé que ninguno de vosotros obraría de esta manera. Decidme por favor si el vecino está en lo cierto."

     El silencio fue lo que obtuvo por respuesta. No obstante, la pandilla era un conjunto de gente muy educada y la mera posibilidad de pensar en que tal acto hubiese sido realizado por alguien del grupo sonaba muy descabellada.

      - "El vómito habrá caído desde otro piso", comentó la menor de las hermanas Molina.

      - "Quizás haya caído del cielo; puede que un pobre pajarillo descompuesto tenga la culpa de este embrollo", añadió triste la hermana de las gemelas, que de entre todas las criaturas del mundo animal tenía una especial predilección por las aves.

      - "Las náuseas, otra vez. He de actuar como si nada sucediese", pensó alguien más.

     Todos estaban de acuerdo en que nadie de la pandilla pudo haber sido, hasta que Javitomol volvió del cuarto de baño mostrando un dibujo que acababa de hacer en su libreta:

      - "El misterioso vomitador ha estado en esta fiesta", dijo.

¿Cómo supo Javitomol que el culpable había estado en la fiesta?

La Mano Negra - El caso de la casa de la pota del patio
¿Cómo supo Javitomol que el culpable había estado en la fiesta?