La madre de todas las fiestas
Gran Cordero no sólo es baloncesto. En consecuencia, los actos del cincuenario no podían reducirse a partidos de baloncesto y presentaciones de camisetas.
No, no, no. El mismo día 9 a eso de las 22.30 de la noche, el corderismo se viste de gala para recibir a sus invitados en la Gran Fiesta Fundación Cordero 2004.
Esta vez la Fundación -con cierta ayuda, no hay que negarlo, de Dani Aubareda- ha reservado un local sólo para nosotros. Se trata del Molly Malone, pub irlandés
sito en la calle Manuela Malasaña, esquina calle de Ruiz. El bar en cuestión tiene dos plantas y el dueño ha tenido a bien cedernos la de abajo para nuestros stands, merchandising y copas.
La copa costará cinco euros, pero para el bien de la Fundación Cordero, se ruega que las consumiciones se compren no en la barra directamente- que va a costar lo mismo, lechones-
sino a los miembros del club. Con esa pequeña acción haréis que el mundo sea más justo, pues un euro de vuestra copa irá para la Fundación preocupada por el hambre en el mundo
(en particular la de Modorro) y la paz entre las naciones. También servirá para pagar el Moscardó.
En el Molly Malone, aparte de poder ver a los numerosos pibones masculinos y femeninos que forman Gran Cordero y algunos de los equipos que participarán en la Lamb Cup, podrás disfrutar de las sesiones
de DJ Aub y el excelso Doctor de la Noche. También podrás hacerte miembro de la Fundación Cordero. Si ahora te parece imposible, espera a que estés cocidillo y que el Barrilete te dé un poco la coña...
En definitiva, alcohol, sexo fácil, mujeres despampanantes, Javi Molina... los ingredientes habituales en una fiesta cordero y que no te puedes perder de ninguna de las maneras.