Javi Molina se emborracha

La fiesta de la Fundación Cordero acabó en un éxito sin igual. A ella acudieron propios- jugadores, cuerpo técnico y directiva- y ajenos- los entrañables Fer y Cheaney de Paquetes, entre otros. El objetivo de la fiesta era conmemorar las dos victorias del equipo corderil el año pasado en este mismo fin de semana y presentar el más ambicioso proyecto de la historia del club: la fundación Cordero. Si bien en un principio la acogida no fue todo lo entusiasta que se podía esperar, lo cierto es que fueron ni más ni menos que 17 los amigos del Cordero que pusieron sus euros a disposición del Club. Estos miembros de la Fundación comprobarán pronto que su inversión no ha sido baldía y recibirán en su propio domicilio una agradable sorpresa. Tiempo al tiempo.
Lo más relevante de la fiesta para cualquiera que estuviera allí fue el pedo que se pilló Javi Molina y su monólogo pero tampoco vamos a hacer más sangre con él porque es un tío muy majo. Dani Aubareda se encargó de la música y los invitados unieron sus manos para cantar en honor al Gran Cordero que todo ilumina, y luego se dieron la paz. Esto sucedió varias veces, más de las que les hubiera gustado a María Isabel y a Cheaney. Varios jugadores del club faltaron porque son responsables y ponen al equipo por encima del club (¿¿??). Otro de los jugadores no se emborrachó. Adivinen su nombre. Las Corderas Fanáticas acudieron en pleno excepto Raquel que estaba cuidando que Nico no se saltara la severa multa que el club le impuso por no acudir al partido de la mañána: a las 10 en la cama y sin cenar. María Rey puso la casa y se comportó como una anfitriona ejemplar, demostrando que su amor al Cordero está por encima del amor a sus vecinos.
La fiesta acabó a una determinada hora de la madrugada en la que el grueso de los invitados ( no daré el nombre)se fue en metro a casa, dejando las arcas de la recién creada Fundación Cordero plenas de Euros y esperanzas.