Estrenos: Fernie
Después de muchos intentos baldíos, por fin se ha llevado al cine la agitada vida del pícaro Fer Cabezas, bajo el sugerente nombre de "Fernie". En esta divertida comedia, ambientada en el Londres de los años 60,
se narran las peripecias de un atractivo soltero en busca de amor rápido y sexo fácil. La película, lógicamente, está ambientada en cierto barrio londinense cuyo nombre comparte con un equipo de fútbol.
Fernie tiene 30 años y trabaja en una compañía de limusinas. Eso cuando no está satisfaciendo a alguna mujer, actividad a la que ha consagrado su vida. Fernie no tiene sentimientos. Para él todas las mujeres
son de usar y tirar. Comparte sus preocupaciones con su compañero de empresa, Arturo, un negro cachas con una novia para mojar pan. Y Fernie, como es así, pues va y moja. La relación, como era de esperar, se deteriora
bastante.
Fernie no aprende. Para él la vida es una sucesión de ginebras y nenitas. El amor es algo que dura lo que tarda en cerrarse una puerta. Sólo que un día aparece la mujer que Fernie no esperaba: Natalia, de OT. Natalia está en Londres promocionando
su último disco (los ingleses son unos viciosos) y a la primera sonrisa de Fernie se enamora. Se van a la cama y durante unas semanas conviven llenos de felicidad y amor, hasta que Natalia intenta cantarle todo su segundo disco a capella (incluyendo la de "un amor apasionado..."). La magia, inmediatamente, desaparece.
- "Las he compuesto yo misma", dice una compungida Natalia, pero Fernie no está para tonterías.
Otra vez, nuestro héroe camina solitario por las calles de Londres (si uno se fija bien, en la escena del puente se puede ver a Vera al fondo). Recuerda todas las mujeres que un día fueron suyas y que nunca volverá a poseer. La idea le excita y se mete en un tugurio
donde encontrará a Javi Molina y Sergio Vargas, interpretados por Jude Law y Matthew Mc Connaughey. Ahí entiende que la amistad es lo más importante y se tira a una modelo encima de la mesa de billar.