"Mi objetivo es procurar la felicidad"

Madrid 22/12/2003.- Acostumbrado a ser ninguneado durante 364 días al año, el Señor Muérdago visita nuestra redacción sabedor de que justo ahora todos se lo disputan y más hinchado que un pavo. Sin embargo, aceptó someterse a algunas preguntas por parte de www.grancordero.com

GC: En alguna ocasión se ha hecho notorio su malestar con respecto a lo que usted ha llamado "trato de favor" hacia otros vegetales. ¿Qué tiene el acebo o la hoja de pino que no tenga usted?
Señor Muérdago: Me alegro de que me haga esta pregunta. Estas predilecciones muestran la absoluta falta de criterio del pueblo español en materia de plantas y herbáceos. Considero que ninguno de los dos que usted ha mencionado están por encima de mí. Eso sí, siento un gran respeto por el eucaliptus, del que aprendí todo lo que sé.

GC: Llega la Nochevieja, y con ella un montón de postadolescentes llenos de hormonas que cuentan con sus servicios para ligarse por fin a esa chica que no para de darles calabazas, ¿cree que podrá ayudarles?
SM: Me alegro de que me haga esa pregunta. Salvo en los casos que podríamos llamar "perdidos" ( Javi Molina), a los demás si puedo resultarles de gran ayuda siempre que no se me deje a mí toda la responsabilidad sino que pongan ellos también algo de su parte. Que se froten bien las orejas al ducharse, que huelan bien, que no beban demasiada ginebra, esas cosas que hacen más fácil que la zona Muérdago se convierta en una zona de felicidad.

GC: ¿Qué les diría a aquellos/as que sienten recelo de su poder y que prefieren que se absente de las fiestas?
SM: Me alegro de que me haga esa pregunta. No puedo sino reprochar su actitud menor en este sentido. La labor de todo Muérdago, y así se nos enseña desde jóvenes es mejorar la vida de los demás y nunca perjudicarla. Pensar que los efectos de mi poder puedan ser nocivos es fruto de la propaganda que durante años ha hecho el incienso al respecto. Ese avaro protagonista.

GC: La Fundación Cordero tiene pensado organizar una fiesta esta Nochevieja y en ella estarán algunas de las mujeres más bellas de este planeta, ¿sabe usted ya si finalmente acudirá a tan magno evento?
SM: (molesto) Sólo iré allí donde sea bienvenido. Por lo que he oído estos corderos creen que se las pueden arreglar muy bien sin mí. Bueno, veámoslo. Si la oferta es buena yo soy un profesional y me lo plantearía, pero siempre que hubiera unanimidad a la hora de aceptar mis condiciones.

GC: ¿Pero los responsables de esa fiesta ya se han puesto en contacto con usted?
SM: Honestamente, no sabría contestarle. Esos asuntos los lleva mi agente, el señor Carrefour.

GC: ¿Qué es lo que más le molesta de estas fiestas?
SM: Sin duda las bolitas rojas horteras que me ponen en la cabeza. Parezco una folclórica. Sólo me consuela ver sufrir al abeto.

GC: No queremos molestarle más, nuestra última pregunta es clara: Makelele, ¿ sí o no?
SM: Sin duda.

Y con esta enigmática respuesta, el Señor Muérdago se despide rodeado de sus guardaespaldas. " Me esperan en el programa de Terelu para hablar sobre Vania Millán", dice y nos saluda con un elocuente movimiento de rama. Un gran tipo que siempre estará en nuestros corazones y nuestros sueños.