GC: ¿Qué sintió cuando leyó su nombre en el comunicado oficial de la camarlenga?
Fer: Sorpresa y alegría al conocer la noticia. Alabado sea el Lechal.

GC: ¿Es cierto que monseñor Modorro amenazó al resto de votantes para conseguir su triunfo?
Fer: Yo de esos rumores no sé nada, yo sólo he visto a monseñor Modorro repartir golosinas y hostias por los bares de Madrid.

GC: ¿Cuáles fueron sus primeras palabras una vez asumió el cargo?
Fer: "Cómo es posible que me haya llevado yo esto", es una bendición que el Cordero me entrega y que en ningún caso merezco. Una sensación más grande que beber tequila, pisco y Fanta naranja una misma noche.

GC: ¿En qué le cambiará el cargo a su forma de ser?
Fer: Espero que en nada, quiero seguir siendo el mismo chaval tímido y que no se me suba en la cabeza. Que el Lechal me ayude a llevar esta cruz.

GC: ¿Tiene algunas palabras para sus rivales, monseñor Chainy y monseñor Lechal?
Fer: Ambos han sido muy dignos rivales y se merecían este premio tanto como yo y el resto de corderos que estaban en la votación

GC: ¿Espera conectar con la juventud más que sus antecesores?
Fer: Sí, espero conectar con todas, pero mi edad me ayudará especialmente con las más jóvenes.

GC: ¿En qué piensa cambiar la acción pastoral de su predecesor, monseñor Barrilete?
Fer: Desconocía que el Barrilete tuviese una acción pastoral, porque no sé muy bien qué es eso, pero espero estar a la altura tanto del anterior Hombre Cordero como de todos sus predecesores.

GC: ¿Es cierto que consagrará las fiestas con Fanta Naranja?
Fer: De todos es sabido que yo consagro las fiestas con todo menos con Fanta Naranja. Para mí una fiesta sin ginebra, ron y cualquier otro líquido prodigioso no es una fiesta.

GC: Los anteriores Hombres Cordero se han pasado el celibato por donde yo me sé. ¿Cuál es su posición al respecto?
Fer: Teniendo en cuenta que tengo una plataforma cívica detrás y que las corderas me han votado como el representante del corderismo, mal se me tiene que dar para que no me lo pase yo por el mismo sitio.

Y tras estas palabras, Su Lechaldad Fernandus Secundus nos dio su bendición (ver foto) y se metió en el que será su hogar durante el próximo año: el Warhols.