La verdad es que ha llegado un momento en el que sólo la perfección nos complace, así que pese a todo nos fuimos tristes y huraños al banquillo, pensando en las canastas que no metimos y que nunca volverán. En el tercer cuarto lo vimos todo tan claro que hasta nos animamos con una defensa individual muy maja pero que no nos fue bien. Sabiduría seguía con sus chufas y se pusieron a 16 (23-39). No es que pasáramos miedo pero vamos que tuvo que ser nuestro amigo Alonso el que metiera tres seguidas para dejar las cosas en su sitio (25-45). El último cuarto fue una exhibición y eso que Lorenzo, un poco tocado por la lesión del día anterior y porque es tan buen tío que prefirió dejar a los chavalines jugar, se pasó todo el tiempo en el banquillo. Arturo metió sus canastas, Pacios forzó faltas, cogió rebotes y acabó con 6 puntos, Dani Alonso se salió y Aubareda jugó un cuarto brutal repartiendo juego y acabando con 8 asistencias. Partidazo el de nuestro alero cordero. Seis puntos consecutivos de Alonso pusieron la cosa en 27-59 y a partir de ahí a aguantar que no era cuestión de cebarse. Quizá se echó de menos movimiento en el banco ( por lo menos Arturo lo echó de menos) y los fallos en los tiros libres dejaron la diferencia en un aceptable 33-67.