Imbatibles

Empezó el partido con las importantes bajas de Lorenzo, Pacios y Nico, a la que hubo que añadirse la de Aubareda al principio. Tanto empeño en ser titular y cuando por fin lo consigue... El entrenador lo dejó claro en la charla táctica: mucha defensa y a buscar tiros fáciles. Gran Cordero lo bordó. La defensa fue espectacular, con ayudas constantes, sin conceder ni un respiro al rival. Hasta cinco gorros se comieron los miraobrinos en los primeros 12 minutos. Por una vez, Ortiz hizo de Lorenzo y con cinco puntos suyos se consiguieron las primeras ventajas (10-0). Ahí, Miraobras se vino abajo. Blanditos, sin ambición, así no se va a ningún sitio. Y eso que son buena gente y nos reímos un rato, pero defraudaron. En todo el primer cuarto metieron un solo punto (13-1) y al descanso poco más (26-7). Carlos tomó el relevo anotador de Ortiz ( hago lo que quiero, cuando quiero y como quiero), y Simón dejó minutos de alta escuela: una magnífica dirección, buena defensa, intensidad en el rebote. Un pase suyo espectacular, que dejaba a Jorge solo debajo del aro supuso la última canasta del período para los lanares. Nunca he visto a Ainhoa tan feliz.

No convenía confiarse. Estaba claro que el partido no se podía escapar, pero siempre hay que dar el máximo. La 2-1-2 se convirtió en 3-2, Ortiz metió otros dos triples, Rubén y Alonso forzaban faltas sin parar y ese período se cerró con una sola canasta rival y un marcador de escándalo: 38-11. Un equipo que promedia 58 puntos por partido llevaba 11 en tres cuartos. Loor y honores al Cordero y a sus fieles servidores. El último cuarto fue, como se suele decir, un puterío. Simón se fue al curro, Fer quedó injustamente postergado al banquillo y con Jorge haciendo de base eso era un ir y venir de patio de colegio. Tan malo fue ese cuarto que creemos que la de la mesa decidió acortarlo. El caso es que Carlos consiguió convertirse en el máximo anotador, los Miraobras metieron alguna canastilla que también se lo merecían, y Dani Aubareda hizo un jugadón con Arturo que levantó a las gradas. Por cierto, gran partido del pivot corderil que demuestra que sus problemas son cosa del pasado. Con él Gran Cordero puede aspirar a todo. La máxima ventaja fue de 30 puntos (43-13) pero a partir de ahí aflojamos un poquillo.