Ni la altura de las canastas pudo con el II Pro-Am Gran Cordero
Menos jugadores, menos equipos, un polideportivo lejano con canastas de altitud variable... mismo ganador. Fer Cabezas demostró que se crece en este tipo de eventos y destapó el tarro de las esencias
para liderar a su equipo hasta el codiciado título. Junto a Chainy y Carmen Ribera formó un equipo aguerrido, peleón y que no daba ningún balón por perdido. De esta manera fueron los merecidos ganadores.
En total fueron seis los combinados presentes más numeroso público como viene siendo habitual. El grupo A estaba formado por los siguientes equipos:
Coque, Blanca, Nacho y Carla
Modorro, Neida y Pablo
Fer, Carmen y Chainy
Como sólo se clasificaban dos de los tres equipos de cada grupo fue incomprensiblemente el de Coque el que se quedó fuera, aunque el presi aprovechaba para ir infiltrándose en otros equipos con la fea excusa de "no, si es que están cansados...".
La lucha fue brutal y al final el equipo de Modorro fue el que se llevó el primer puesto del grupo. Por otro lado, el grupo B quedaba compuesto por:
Guille O., Rodriguesa y Guille A.
Dani Alonso, María Rey y Nico.
Jorge, Tere y Marta.
Sin duda era éste el grupo más completo y más temible, sobre todo cuando jugaba la amiga francesa de Nico que era un torbellino. Para aquéllos no muy puestos en el tema, diremos que no es la famosa "amiga francesa de Nico"
de la que tanto se habló y con razón este verano. El equipo ganador fue, como no podía ser de otra manera, el de los Guilles, gracias a un triple demoledor de Ortiz en la cara de Dani Alonso.
Las semifinales estaban servidas. En la primera, el equipo de Fer se merendó al de Ortiz con facilidad a pesar de lo cual (o, precisamente, debido a eso) parece que este fin de semana Fer Cabezas va a chupar más banquillo que Pedro Robles. Incomprensible, pero cierto.
La otra semifinal deparó el duelo Alonsino-Modorrus, con triunfo para este último en un partido ajustadísimo. Dani Alonso, muy molesto con sus compañeros de equipo, manifestó que no iba a volver a pasarle una bola a María Rey, tras lo cual ésta contestó a la prensa que le daba
un poco igual: lo más seguro es que ella no volviera a jugar.
Así que se esperaba una gran final con el recuerdo del triunfo de los Modorros en la primera ronda. Sin embargo, fue otro paseo para los Cabezones, con un triple de Chains para acabar la fiesta. En un gesto que les honra, los campeones quisieron dedicar su triunfo a los hombres que bajaban y subían las canastas según iban viendo,
qué modelo de organización...