Las corderas, en cuadro, impotentes ante el rodillo rival
¿Qué puedes hacer cuando te falta todo el equipo menos cinco chicas? Pues jugar con esas cinco chicas y que sea lo que Dios quiera. Ana, Blanca, Teresa, la Rodri y Mónica se dejaron
la lana en la cancha, con Nuria -lesionada- observando desde el banquillo, pero era una misión demasiado complicado. El rival, Pick and Roll, compuesto por clásicas del mundo de Chamartín -Cristina,
Belén, la ausente Raquel y una chica que nos hace de mesa y se clavó al menos un par de triples- impuso su ley desde el principio.
Al menos, en el primer cuarto, cuando las fuerzas aguantaban, las lanares metieron cuatro puntillos: un tirito marca Mou y una "bomba" de la Rodri. Eso invitó a pensar que quizás pudieran llegar a los 15-20 puntos, pese a todo.
Pero no era el día, ellas corrían, dominaban el rebote, y cuando no puedes casi ni respirar, mover la bola es mucho más difícil. A pesar de no anotar, Teresa Molina fue un baluarte bajo la canasta. Se hinchó a coger rebotes y se metió
en unas cuantas refriegas, al igual que Mou y la Rodri.
Los cuatro puntos siguieron en el marcador corderil hasta el último cuarto. Ahí, Mónica se clavó otro tirito lejano y Cris, recién llegada del Hipercor, anotó la última canasta lanar del partido. El resultado, 81-8, habla de lo que fue el partido
pero no debería ser una deshonra para las chicas, que se comieron el marrón, aguantaron como pudieron, lucharon cada balón y se entregaron a fondo, que es en lo que consiste esto.
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