ICD-Mentes 55 -- Pata Negra 12

Lo más destacado del partido de ayer, probablemente, fue que tres de los jugadores del ICD (sobre un total de siete) recorrieron más de 150km para disputar el encuentro (algunos abandonando incluso suculentas fiestas campestres), lo cual es una muestra de la verdadera devoción por la camiseta que se siente en este equipo (jiujiu); en cuanto al partido en sí, fue olvidable salvo quizá unos cuantos minutos en los dos últimos cuartos.

Aunque el ICD defiende bien (cuando defiende bien), el resultado final se debe a que Pata Negra es un equipo con escasa producción ofensiva. Tienen un tipo que parece bueno (el #5), pero como apenas tira, pues no se sabe. Yo creo que se pierde haciendo jugar al resto del equipo, lo cual es hasta cierto punto digno de alabanza. El caso es que ni el grande, que es algo tosco, ni el #21 (que no tira mal), ni los dos bases (sobre todo el acelerado #7) consiguen buenos tiros o balones dentro claros, salvo alguna entrada a lo loco del #7 y algún tiro exterior fácil cuando no llegamos.

A pesar de esto, el partido empezó muy frío y con un ICD muy poco acertado en ataque. Ni los ánimos de unas pocas pero selectas Sisters que se habían acercado a animar (y de paso ver un poco de buen baloncesto ;-), ni la facilidad con la que conseguíamos buenas posiciones jugando con los postes, fueron suficientes al principio. Tan sólo algún contrataque claro --por ejemplo de Javi, que se consagró como ICD fallando una bandeja solo al más puro estilo del equipo-- y unos pocos balones a Ciro permitieron un despegue mínimo en el primer cuarto. El ICD, empeñado en una pegajosa defensa individual, no permitió que el #5 jugara cómodo ni que el #21 tirara fácil. El sopor continuó en el segundo cuarto hasta un pobre 20-4 al descanso.

El partido siguió dormido hasta que Pata Negra nos pilló un par de rebotes en nuestro aro y metió dos canastas consecutivas a mediados del tercer cuarto. En ese punto, hicimos caso a Antoine --que se desgañitaba cómodamente desde la banda ;-)-- y apretamos la zona, lo que nos permitió robar unos cuantos balones y enchufar un severo correctivo en lo que quedaba de cuarto, con los hombres altos cerrando el rebote (por fin) y un MikiRoy inspirado en barrer cuanto pasaba cerca del aro rival. De todos modos, seguimos corriendo el contrataque como pollos sin cabeza, en general.

Ya con el partido roto afrontamos el último cuarto tranquilamente. MikiRoy trató de superar su marca personal del año (10 puntos), Javi trató de lavar su conciencia y en general se pasó lo que quedaba sin ansiedad ninguna. A destacar la floja pero intrascenente labor de nuestra árbitra favorita, la ex-entrenadora de Rott y Kapitän, con su particular criterio de ahora-pito-ahora-no-pito.

(No sé dónde he puesto el acta, así que no puedo poner anotaciones -- salvo la mía, que creo que fueron 10 puntos).