Un sólido Gran Cordero se impone con sufrimiento

¿Qué tendrán estos Proporros contra nosotros? Siempre que jugamos, se salen, y hoy no ha sido una excepción. El año pasado nos ganaron y en el partido de ida de esta temporada nos colaron 45 puntos. Hoy han metido 48 y hay que reconocer que si no hubieran venido sólo cinco hubiera sido más difícil ganarles, porque al final, aparte de quedarse con cuatro es que iban muertos.

El partido empezó tenso, aunque con menos frío del que se esperaba. Proporros movía muy bien el balón y la defensa corderil hacía aguas: ni 2-1-2, ni individual... los chicos de blanco seguían enchufando sus tiros y no había manera. Los lanares se pusieron nerviosos y empezaron a fallar tiros incomprensibles. Cierto es que el arbitraje no fue muy bueno, pero también que los corderos quizás le dieron demasiada importancia. La mesa no le dio demasiada importancia a nada y nos quitó dos puntos en la primera parte para dárselos a su número ocho, que no existe. El caso es que ese cuarto acabó 17-15 y al descanso la cosa no iba mejor: 30-29 para Gran Cordero, sufriendo como perros.

Si durante esta primera parte fueron Jorge, Carlos y Dani Alonso (inconmensurable en defensa) los que mantuvieron al equipo, el tercer cuarto vio el resurgir de Dani Aubareda, con siete puntos clave para romper el partido: de 30-31 a 46-33. Una canasta de Fer Cabezas puso el 56-43 antes de que acabara el tercer cuarto. El partido estaba encarrilado ya, pero mucho más cuando expulsaron a uno de sus jugadores en el minuto tres del último cuarto. Los Proporros se quejaron mucho por ello, pero ya entonces la ventaja era de 18 puntos y con poca pinta de que fuera a cambiar el ritmo del partido.

De ahí al final vimos un triple de Ortiz y una exhibición de Simón en puntos, rebotes y pinchos de merluza. Increíble lo del capi, que jugó con la espalda destrozada y que previsiblemente tendrá que ser baja en los próximos dos o tres partidos para poder recuperar y jugar los playoffs al cien por cien. Dicen que se enfadaron al final porque defendíamos en todo el campo. Bueno, llamar a lo que hace Ortiz defensa en todo el campo es un poco optimista, por no hablar de lo que hace Javi Molina, pero ellos tampoco se quedaron cortos con sus bombas contra tablero y no sé qué historias.

Conclusión: cada uno se divierte como puede.