Simulacro de partido sobre el "hielo" de Chamartín

Permítanme mis cinco minutos de enfado: creo recordar que este año nos han hecho pagar 20 fichas ni más ni menos, todo por un pastón considerable, que debe andar por el orden de los 400 Euros o más. Todo para que uno llegue al Chamartín Fieldhouse- único recinto cubierto de la liga- y resulte que no se pueda ni jugar porque nadie le ha pasado la mopita a la cancha. Cojonudo.

El caso es que se hizo lo que se pudo y visto lo visto lo más reseñable es que no hubo lesionados, salvo Arturo por pisar a un rival y Jorge, que se jodió otro dedo. Pero, vamos, nadie se resbaló y se empotró contra una pared, que hubiera sido lo normal. Sin duda el estado de la pista perjudicó a los dos equipos pero desde luego que a Gran Cordero le hizo la puñeta. Un equipo acostumbrado a presionar y correr, se vio obligado a jugar con una parsimonia inhabitual. De esta manera, los Macavis consiguieron mantenerse en el partido hasta el minuto 22 (32-25 después del cuarto triple que metían en el segundo período, quinto en total).

Para evitar la masacre de tiros exteriores, los lanares pasaron a una defensa individual que se mostró muy eficaz ya que como era imposible correr también era imposible irse por velocidad. En ataque la cosa estaba bien clara: balón interior a Modorro y algún tirito desde fuera. Entre eso y que poco a poco nos fuimos haciendo a la pista y se pudo hacer algún contraataque, a los Macavis les cayó un parcial de 33-2 en algo más de cuarto y medio.

A partir de ahí el único interés de los corderos fue que Modorro batiera su record personal ( cosa que hizo: 32 puntos ) y para los Macavis conseguir el mayor número de puntos posibles (llegaron a 37, que no está mal ante el Gran Cordero). Todos contentos. Incluso el de la mopa.