Gran Cordero bate sus propios records ante Proporros
Se esperaba el partido contra Proporros con ganas, muchas ganas, de revancha por lo que pasó el año pasado: en el primer partido nos ganaron, al segundo no se presentaron
después de pegarnos un madrugón importante. Por eso los chavales salieron dispuestos a dejar claras las diferencias de este año entre ambos equipos. El primer cuarto fue un auténtico espectáculo,
una gozada para cualquier amante del baloncesto ofensivo. Gran Cordero metió 38 puntos en ese período, con 15 de Modorro y 13 de Jorge.
La presión en todo el campo para volver a zona funcionó mejor aún que contra Glastonbury, robando balones continuamente y consiguiendo canastas muy fáciles. Ni siquiera las importantes bajas de Carlos y Dani Alonso se notaron
porque Arturo y sobre todo Fer Cabezas estuvieron excelsos sobre la pista. El joven Fer se rehizo de su partido anterior con una serie de asistencias fantásticas y yendo siempre hacia el aro en cuanto tenía ocasión. Y eso que los Proporros
en el estático no lo hacían mal, pero pocas veces cruzaban el medio campo.
El segundo cuarto, como viene siendo habitual, fue otra historia. No sé qué pasa en ese cuarto que siempre nos venimos abajo y no basta con decir que es que es cuando sale Ortiz, bastardos. Gran Cordero se refugió en una zonita 2-1-2 y confió su ataque a Simón y Nacho, que cumplieron.
Lo que no cumplió fue la defensa, que fue un desastre absoluto. Hasta el punto de que los Proporros metieron 18 puntos en un sólo cuarto y ganaron el parcial 18-13. Es cierto que es complicado mantener la concentración en un partido así durante cuarenta y ocho minutos, pero lo sucedido contra Andalucía y Proporros
es impropio.
Las aguas volvieron a su cauce en el tercer cuarto, volviendo a la presión pero cogiendo individual. Los chicos proporriles seguían metiendo sus puntillos, con tiros inverosímiles, en el aire, a tablero... pero Gran Cordero volvía a ser un rodillo. Con un Simón muy recuperado, Fer y el Barrilete dirigiendo con sapiencia
y Arturo sólido en el rebote, la ventaja se fue hasta los 37 puntos (71-34). No era suficiente. Una vez que se llega a ese punto hay que intentar meter 100. Y a punto estuvieron los lanares, que se lanzaron a una presión casi suicida que, aunque permitió varias canastas del rival, les llevó hasta los 26 puntos en ese cuarto. No fue suficiente
para llegar a los 100 porque se salieron un par de triples claros, pero el camino era ese: ambición y esfuerzo hasta el final.
Parece ser que los Proporros se enfadaron un poco al final por aquello de ir 50 arriba y seguir presionando, pero tienen que entender que nosotros hemos pagado lo mismo que ellos y también queremos pasárnoslo bien. Nada personal, sólo negocios. Además el año pasado nos ganaron, y esas afrentas hay que lavarlas. Finalmente, 97 puntos para Gran Cordero, superando el record de 90 establecido ante Glastonbury
en la jornada uno, y 39 puntos con 19 rebotes de Modorro, la máxima anotación de un jugador de Gran Cordero en su historia. También de record la cantidad de empanadas que se metieron el susodicho con el Barrilete Cósmico después del partido...