Malos modos
Decíamos ayer que Andalucía CB era uno de los dos equipos que nos podían hacer frente en este grupo. Hoy hemos visto que la rivalidad no es tal y que Gran Cordero
sigue siendo superior a los andaluces por tercer año consecutivo. Queda la incógnita Limonchelo, que le ganaron por los pelos (38-32) a los Galácticos en un partido muy flojo de ambos equipos
y en el que si no llega a ser por el 15, a ver qué pasaba.
Los lanares empezaron el partido con muchas bajas. Algunos dirán que fue porque a las 10,10 ya estábamos jugando. De acuerdo. Pero ya se sabe que hay que estar media hora antes, amiguitos... Como éramos sólo siete
empezamos en defensa zonal 2-1-2. No se dio mal. A los diez minutos de partido, Andalucía CB aún estaba a cero mientras que los corderos habían metido trece puntos. Con pases rápidos y contraataques de Jorge y Dani Alonso,
el juego corderil rayaba la excelencia.
Una vez llegados Nacho, Simón, Fer Cabezas y Dani Aubareda, Gran Cordero decidió probar la defensa individual con presión en todo el campo, y la verdad es que fue un desastre. Los jugadores no se entendían, la intensidad bajó a su mínima
expresión y no es que nos metieran canastas, es que nos metían bandejas y rebotes increíbles. Eso sí, no hizo falta cambios, ni se volvió a la defensa zonal... los chicos decidieron arreglar los problemas ellos mismos y a fe que lo consiguieron.
Al descanso el resultado era 22-13, con once puntos en ese fatídico segundo cuarto, pero en los dos siguientes les volvimos a dejar en trece puntos, así que hay que tener fe y pensar que poco a poco las cosas irán saliendo.
A pesar del resultado del descanso, no es que los corderos estuvieran preocupados. Cierto es que Ortiz andaba un poco mosca, pero vamos sin que el partido peligrara. De hecho, gracias a Modorro sobre todo, los diecisiete de ventaja volvieron a la mitad del tercer
período (32-15), la defensa volvió a ser realmente intensa y los jugadores de banquillo aportaron su calidad, sus rebotes y sus triples en el caso de Nacho. Mención aparte merece Fer Cabezas, cuya agresividad desmedida le hizo ver el partido desde el banquillo
durante muchos minutos. No todos los árbitros toleran sus marrullerías sobre el campo y Raquel no estaba dispuesta a permitir que Fer se saliera con la suya. Cinco faltas en siete minutos y a la calle.
De hecho, un punto a mejorar de la defensa es que hicimos mil faltas... y nos las pitaron. Parece que en la zona se disimula más. El último cuarto sirvió para que Dani Aubareda mejorara un poco su actuación de la primera parte y Jorge viviera su particular "momento Lechal"
que le entra de vez en cuando y se colara ocho puntos seguidos, para un total de quince. Al final, veintisiete puntos de diferencia que dejan sentenciado el basket-average en el caso improbable de que la clasificación para play-offs dependa de ello.