Carlos es un abusón
Jornada de records para Gran Cordero: 90 puntos en un partido, 59 de diferencia, 37 en un cuarto y parcial de 38-0 entre el segundo y el tercer período.
Creo que eso habla suficiente de lo que fue un partido. Un paseo. Y que conste que creo que los Glastonbury no son tan mal equipo, sólo que la defensa presionante
de los lanares con cuatro tarugos de 1,90 repartiendo estopa pues fue demasiado para ellos.
Gran Cordero empezó el partido en zona-press y por una vez funcionó. Funcionó tanto que hasta los once minutos de partido no anotaron los británicos, y el triple del 4
sólo significaba el 19-3. Buena parte de culpa de ese principio de partido la tuvo Jorge, que estuvo tan sembrado como en los últimos días: metió ocho puntos seguidos, robó balones hasta aburrir
y se fue al banquillo medio griposo. En el segundo cuarto salió Nacho para terminar de arreglarlo y se coló unos canastones que pá qué. Al descanso, 39-12, y no fue más porque los Ortiz, Aubareda y cia. estaban
ahí para impedirlo.
El tercer cuarto fue el de la exhibición corderil: una sóla canasta rival en doce minutos (eso sí el mesa la apuntó como si hubiera valido 20 puntos, de ahí que el acta esté mal) por 37 puntos lanares. Y es que era
sacar de fondo, que la robara el Lechal y pasarla para dentro. Ahí entre Carlos- qué abusón el tío, ya podrá-, Alonso, Modorro, Arturo, Simón... pues se dedicaban a fallar bandejas, coger rebotes y acabar anotando. Al final del tercer cuarto
el resultado era de 76-14, y como no es propio del Cordero humillar a sus rivales, que eran buenos chicos, pues entramos un poco en barrena.
Tan en barrena que los Glastonbury hicieron un 10-2 de parcial y Modorro sentó a Simón para demostrar quién manda de verdad en este equipo. Con él y Dani Alonso en pista ya fue otra cosa, pero aún así los rivales ganaron ese cuarto 17-14. El único que estuvo realmente centrado fue
Fer Cabezas, que si bien perdió algún balón de más estuvo decidido en la entrada a canasta y se merece una novia ya.
Si por algún casual nos leen los rivales por aquéllo de hacer publicidad de la página en la camiseta, decirles que nosotros también empezamos así y que miren dónde hemos llegado. Eso sí que conste que el único que queda de entonces es el 4, el de las barbas, sí hombre, el que se tira triples sin tocar aro. En fin, que bien
pudimos meter 100 puntos, pero no fue así, metimos 90 y es que, como Ferrr bien apuntaba, firmamos meter 90 puntos de media por partido.