Carlos pide sangre de Proporro

Qué bonito es eso de poder tomarse la revancha. Gran Cordero tiene la oportunidad este sábado (10,15 Chamartín Fieldhouse) de pasar por encima de los Proporros. Desde esta página siempre (o casi siempre) hemos sido comedidos a la hora de presentar a los rivales de Gran Cordero, pero en este caso reconozcamos que la victoria no basta, sólo la humiillación. En el partido de ida Proporros demostró ser mejor durante todo el partido y si bien se llegó al final con opciones de triunfo, el resultado fue más que justo, árbitras e historias aparte.

Pero las cosas han cambiado mucho, es normal. Ahora el equipo lanar está más centrado y juega mucho mejor. Las ocho victorias consecutivas han llenado de moral al equipo y la llegada de Modorro, Fer y David marcan inevitablemente la diferencia. Si hay dos hombres que tienen sed de venganza, esos son sin duda Carlos Rodrigo y Guille Ortiz. Ambos jugadores recibieron técnicas en el partido de ida y acabaron bastante desquiciados. No hay duda de que en esta ocasión saldrán a por todas y no harán prisioneros. Las declaraciones de Carlos a la prensa dejando claro que "quiere sangre de Proporro", no dejan lugar a la interpretación. En cualquier caso su principal cometido será el de llevar las fichas. Como se le olviden no será sangre de Proporro lo que corra por el campo.

Con la recuperación de Feerrr en el último momento, el entrenador podrá contar con su quinteto de gala: Feerrr, Aub, Dani Alonso, Rubén y Modorro. Las bajas de David, Fer, Arturo y Jorge, los jóvenes estudiantes, aunque importantes no deberían notarse en exceso, más que nada porque los Proporros tienen su edad y vete a saber los que se presentan al final. No descartamos nada, saben que puede ser doloroso. En el partido de ida los porreros demostraron ser un equipo rápido e intenso, parece que lo de intenso ha desaparecido un poco porque no hacen más que perder y su motivación es escasa, pero rápidos seguirán siendo, así que habrá que tener cuidado con su contraataque y saber buscar el juego interior de nuestras torres.

Sólo la temprana hora, el calor sofocante del Fieldhouse y una polémica designación arbitral podrían parar a Gran Cordero en su camino hacia los playoffs.