A un paso de la clasificación

Empieza la segunda vuelta y muchas cosas se pueden decidir en el partido entre Limonchelo y Gran Cordero (12,45 Chamartín Fieldhouse). Segundo y tercer clasificado respectivamente, ambos equipos son, por su momento de forma, los grandes favoritos para ocupar plaza de play-off al final de temporada. Limonchelo lo tiene un poco más fácil: ha ganado un partido más que los lanares y caso de conseguir nuevamente la victoria se pondrían con dos partidos de margen más el basket-average particular. Es decir, salvo desastre estarían ya metidos.

En medios corderiles se apunta a que muy posiblemente los Limoncillos estos sean mejores que Miraobras, o por lo menos del mismo nivel, con lo que no hay que descartar que todo se decida en el último partido de la temporada contra los verdes miraobrinos. Quizás el principal obstáculo al que se enfrentan los frutales es su propia inexperiencia. El año pasado apenas ganaron 10 partidos y este año ya llevan 8. Puede que la presión de jugarse ya la clasificación les haga mella. La mayoría son jovencillos excepto el pivot ese enorme que de joven no tiene nada.

En el partido de ida el triunfo cayó del lado de los segundos clasificados por 50-43, partido en el que Lorenzo fue el máximo anotador antes de vivir una de las lesiones más absurdas de la historia. El caso es que el tanteo ajustado (50-43) teniendo en cuenta que faltaban David, Feerrr, Modorro, Simón y Rubén invita al optimismo. Lo que no sabemos es exactamente a quién nos vamos a enfrentar porque hay por ahí un jugador estrella que a veces juega con nuestros rivales y a veces no. Él es así. Para demostrar que Gran Cordero es el campeón vigente y no depende de los contrarios, Ortiz jugará con su quinteto habitual: Feerrr, Jorge, Simón, Dani Alonso y Modorro. Si finalmente se ponen- como es de esperar- en individual presionante- posiblemente juegue con dos bases para romper la presión y tener mejores pasadores que busquen dentro a Modorro. El pasado partido ya fue una muestra de lo peligroso que es marcar en individual a jugadores de tanta calidad. Esperemos que lo vuelvan a demostrar.

La defensa corderil será la ya clásica 2-1-2 presionante con el objetivo de asfixiar a sus bases y correr más, contemplando también la posibilidad de defender en caja más uno si el bueno es tan bueno como dicen. En ese caso sería Simón el encargado y los demás seguirían presionando en 2-2. Con un par.