Hay que dormir más

Una cosa quedó clara en el enfrentamiento Gran Cordera- Supernenas: hay que dormir más y beber menos. Como los recientes eventos demuestran no es bueno que un deportista lleve una vida disoluta próxima a la perdición y el desenfreno. Ahora bien, esa es la vida de nuestras corderas, y no por ello las queremos menos. Incluso, tal vez por ello las queremos más. Con prominentes ojeras se presentaron al encuentro diez esforzadas corderiles. Jugaron muy bien, la lástima es que empezaron un pelín tarde.

Durante los dos primeros cuartos vimos una auténtica exhibición de tiros con rosca que no fueron rematados por nadie y de tiros libres pelín cortos. Como el entrenador no estaba y el que le sustituyó estaba más en la parra que nadie pues poca solución se veía al asunto. Ahora bien, las sabias palabras " cuando entre una ya entraran todas" se mostraron verdaderas, y aunque tardaron exactamente 29 minutos y el partido ya iba 14-0 la primera canasta de Reme dio alas a las chicas de la sección femenina y llenó de pavor, miedo y nerviosismo las filas de las Supernenas, entre las que no se vio ni por asomo a Cactus, Pétalo ni Burbuja.

A partir de ahí vimos canastas de Cris, de Reme, de Mónica, de Eva, de Paloma, de Ester... el Sector Hortaleza jugó unido por primera y posiblemente última vez esta temporada ( Estitxu nos vuelve a abandonar) y gracias al oficio de las veteranas como la entrañable Rodri, la violenta Teresa y la impasible Raquel se llegó a los últimos minutos con un amenazante 18-12. Lástima que no quedara un cuarto más porque las corderas se hubieran impuesto con claridad y contundencia. Al final, sin embargo, el choque de superpoderes se fue del lado del mal por un ajustado 20-13. En la vuelta ya veremos.