La lluvia salva a las corderas
Por una vez la Fortuna fue grata con las chicas corderistas. Llovió, cierto. Pero la lista de bajas era de risa así que casi era lo mejor. Ya llegarán tiempos mejores en los que el sol brille como los ojos de los enamorados y canten los pájaros al arrullo
del agua. Entonces las Supernenas tendrán problemas para batirnos porque, previsiblemente, serán sólo tres: Burbuja, Cactus y Pétalo. Lo mejor del partido fue sin duda poder ver de nuevo a nuestra querida y admirada Cristina, la de Hortaleza y a esa puta degenerada que es Cristina la árbitro, acompañada, eso sí,
por Bisbal que no hubiera dejado que nos hiciera daño. En fin, que tarde o temprano recibirán su merecido y mientras pudimos dormir una señora siesta de la que recién nos despertamos.
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