Gran Cordero se despide con dignidad ante un Rudulí superior

Gran Cordero es un equipo joven. Basta con ver a los demás equipos de cuartos de final excepto, precisamente, los de nuestro grupo de los sábados. Por lo tanto es un equipo que tiene que aprender y que todavía adolece de muchas cosas. Táctica y físicamente el equipo tiene un importante margen de mejora para en muy poco tiempo poder hacer frente a los mejores.

Ahora bien, este año todavía era muy pronto, o eso se demostró en el partido de cuartos de final ante Rudulí, que acabó con una importante derrota por 72-48. Desde luego que ahora mismo Rudulí, y quizás Quinta de Pepe, están bastante por encima de nosotros, pero es increíble lo que ha cambiado este equipo desde el año pasado o desde principios de temporada sin ir más lejos. Ayer, ante un rival que jugó como los ángeles y que metió todo lo que intentó, Gran Cordero no perdió la cara nunca y ninguno de sus jugadores bajó los brazos a pesar de la diferencia en el marcador.

El equipo lanar salió a ganar, como hay que hacer si se quiere ser campeón,y, gracias a Dani Alonso consiguió la primera canasta. La defensa 2-3 presionante que tan buen resultado dio en octavos, esta vez no sirvió de nada: los de Rudulí movían el balón con rapidez e inteligencia, remontando la línea de fondo con calidad y consiguiendo canastas fáciles. A pesar de que el rebote era corderil y que Modorro y Dani estaban como en sus mejores noches, el primer cuarto ya acabó con un preocupante 21-14.¡21 puntos en un cuarto!

Cinco minutos sin anotar al comienzo del segundo cuarto colocaron a Gran Cordero contra las cuerdas: 27-14 en pleno show del 19. La defensa cambió a individual y Lorenzo -excelente una vez más- nos mantuvo un poco en el partido con dos triples (30-20), pero justo antes del descanso una inexistente falta permitió al 19 un tiro libre adicional que ponía las cosas 36-22.

Realmente, no había nada que reprocharse. El equipo estaba funcionando medianamente bien en ataque y poco a poco la defensa crecía, pero es que eran muy buenos... y además Belén, la árbitro morena, no ayudó nada. Es normal que los buenos equipos tengan un trato de favor porque parece que hasta las faltas las hacen bien, pero lo de este partido fue un poco desesperante. Esto no tiene nada que ver con el resultado, sino con que nos queda mucho camino también a la hora de conseguir el respeto de los árbitros.

Prueba del buen partido de Gran Cordero es que hasta ocho jugadores anotaron y los once que jugaron tiraron al menos una vez a canasta. De hecho, una canasta de Rubén mediado el tercer cuarto y un par de tiros libres del inconmensurable Modorro mantenía el marcador casi como al descanso: 48-32. Pero con Rudulí, en cuanto te descuidas, la pagas. En un par de minutos anotaron siete puntos y finiquitaron el partido (55-34).

Todavía tuvo un último momento de dignidad Gran Cordero cuando salió el incombustible e inaccesible Ortiz a la cancha, con sus contras vertiginosas, sus continuos robos de balón y sus pases a Dani Alonso apoyándose en el aro (qué jugón), los lanares hicieron un parcial de 6-3, que puso una gran cara de preocupación en el banquillo ruduliano. Los jugadores se miraban nerviosos: "¿cómo pararemos al cuatro?", pero el cuatro está mayor y gordo y ya se quedó en el banquillo. Los últimos minutos sirvieron para que Rudulí siguiera con su goteo imparable de canastas que hacían aumentar la diferencia poco a poco y para ver a un gran Arturo, que jugó un cuarto entero y consiguió cuatro puntos y varios rebotes.

El encuentro terminó con un exagerado 72-48 pero con buenas caras y ovación de parte de los 20 aficionados que se dieron cita en el campo. Incluída la perra de Eva que se enamoró de Rubén.