Haciendo amiguitas
Qué bonita la mañana de domingo. Nuestras chicas, frescas como lechugas y con caras de alegría y salud (no, queridos padres, vuestras hijas no beben nunca, nunca, nunca) se enfrentaron
a un grupo de jovencillas dispuestas a pasar un buen rato y divertirse en la cancha. Estas chicas tan simpáticas y alegres se llamaban Fanqi Girls y eran todas muy majas y naturales. Sobre todo
la 4, una tal Rocío, que desde el principio demostró que era una cachonda y que te partías de risa con ella.
Estas pizpiretas jovenzuelas se hicieron pronto con el corazón de todos los que estábamos allí -la Bisbi y la de la mesa incluídas- y por eso a nadie le importó que fueran por delante desde el principio.
Poco a poco, eso sí, porque en el primer cuarto sólo ganaban 10-4 gracias a las canastas de Teresa y Eva (que está que se sale en este final de temporada. ¡Renovación ya!)En el segundo cuarto y a base de correr bastante
sentenciaron el partido con un parcial de 25-0. A pesar de los gritos del entrenador corderil: " No corráis, que es de cobardes" y "Luego diréis que estáis cansadas", las chicas del funky se dieron un bonito paseo por la cancha
ante las impotentes miradas de las lanares, más preocupadas en no vomitar que en ninguna otra cosa.
Gran Cordera ajustó la táctica a las necesidades del partido: o todas defendían y dejaban a una arriba para los pelotazos (siguiendo la escuela que nuestras queridas Chiara y Claudia ya intentaron implantar el año pasado) o bien sólo atacar y pasar mil
de bajar a defender, y si quieren correr, que corran. Afortunadamente, estos consejos tácticos -como tantos otros- fueron sabiamente desoídos por las corderiles. El tercer cuarto vivió la explosión de la Rodri dentro y fuera de la cancha. Jugando mucho más suelta y liberada
que en el resto del partido consiguió seis puntos de tirón y con un triple de Paloma (todos los partidos moja, es increíble) las corderas recortaron hasta aun inquietante 57-14.
Pero lo importante no era ganar sino disfrutar de la compañía de esas agradables chicas del equipo contrario, la que más claro lo tuvo fue Vera, que mantuvo animadas charlas con la citada número cuatro hasta que fue incomprensiblemente expulsada. Como muestra de compañerismo, Paloma también quiso
compartir juego con las Fanquis y le pasó la bola a una de ellas, que supo bajar a la perfección con la cabeza y una gran sonrisa en los labios.
Al final, el resultado fue 66-18, pero, como queda dicho, eso es lo de menos. Lo importante es conocer a gente tan agradable.
Anotadoras: María (6), Paloma (6), Eva (3),Teresa (2), Victoria (1)