Modorrismo

Con un Dani Alonso convaleciente y alicaído por su suplencia, Gran Cordero se encomendó a un hombre para conseguir su quinta victoria consecutiva: Modorro. Gracias a sus rebotes ofensivos el equipo corderil mantuvo en todo momento una corta ventaja sobre unos voluntariosos Andalucía CB. El equipo andalusí gustó a propios y ajenos con un juego muy sólido aunque algo aburrido. Con posesiones de veinte segundos que culminaban en acertados tiros lejanos descompusieron al técnico lanar, quien, pese a todo, mostró una cierta torpeza a la hora de mover el banquillo. El primer cuarto ya dio muestras de lo que iba a ser el partido:13-12 para Gran Cordero con dos canastas postreras de Jorge al contraataque.

El cuerpo técnico confiaba en que la defensa 2-3 presionante hiciera mella en el rival durante el segundo cuarto, pero no fue así. A pesar de las canastas de David la igualdad se mantuvo (15-16,19-19, 23-21 al descanso). No podemos decir que la derrota se viera cerca pero había un cierto malestar en las tropas azules puesto que no se podía ofrecer el espectáculo que se merecían las aficionadas que se dieron cita en el Fieldhouse en número superior a diez. Record histórico de la franquicia. Empujados por estas viscerales aficionadas y temerosos de su reacción en caso de derrota ( llevaban palos, botellas y cabezas de cochinillos) los corderos salieron a por todas en el tercer cuarto y pronto abrieron una jugosa ventaja en el marcador (31-21 tras triple de Fer). La defensa empezó a funcionar de verdad limitando a los otrora poderosos andaluces a dos canastas en el período (37-26).

El partido parecía sentenciado pero llegó la pájara local ( no nos referimos a ninguna aficionada, faltaría más, sino a un simple bajón en el juego). La ventaja se recortó a los seis puntos (39-33) pero el entrenador pidió tiempo muerto, apeló a la serenidad y el control, sentó al pobre Dani Alonso al banquillo y las cosas se enderezaron: 45-33 a falta de dos minutos. Lo que pasó después nos gustaría explicarlo pero no es fácil. En el recuerdo de los presentes están las pérdidas de balón corderiles y las canastas de Andalucía CB en número indeterminado. Tan indeterminado que a nadie extrañó que la mesa nos dijera que habíamos ganado sólo por tres puntos, pero minutos después el mismo mesa se dirigió a ambos equipos avergonzado y con el cutre método de escribir por encima con boli rojo, corrigió el marccador a un tampoco muy verosímil 45-37. En fin, cosas de este distrito cuando Cristina está cerca.

Nos gustaría decir algo del equipo contrario pero como iban sin camisetas el de la mesa le ha apuntado todas las canastas al capitán, al número 4, que se habrá puesto muy contento. Decir que tenían a uno muy bueno y que enchufaban.